Lectura para reflexionar previamente:

(Fuente: https://www.philopractice.org/web/inner-freedom#Camus):

Los siguientes extractos son una adaptación del libro de Camus El mito de Sísifo. Según el libro, el mundo es "absurdo", no nos ofrece ningún sentido ni razón. La vida no lleva a ninguna parte y la muerte acabará con todo. Esto tiene serias implicaciones sobre la libertad. La libertad significa que puedo elegir un propósito con sentido y alcanzarlo. Pero si no hay propósitos significativos, y si la muerte deshará todo lo que elija, entonces la verdadera libertad es imposible. Sin embargo, la muerte de la libertad abre una puerta a un nuevo tipo de libertad: El "hombre absurdo" (la persona que vive en plena conciencia del absurdo) es libre de propósitos y valores. Es libre de crear su vida sin comprometerse con ningún sentido.

"En este punto de su esfuerzo el hombre se encuentra cara a cara con lo irracional. Siente en su interior su anhelo de felicidad y de razón. El absurdo nace de esta confrontación entre el anhelo humano y el silencio irracional del mundo.

[...]

Antes de encontrarse con el absurdo, el hombre cotidiano vive con propósitos, con una preocupación por el futuro o con razones. Sopesa sus posibilidades, cuenta con "algún día en el futuro": su jubilación, o el trabajo de sus hijos. Sigue pensando que algo en su vida puede tener un propósito. De hecho, actúa como si fuera libre, aunque todos los hechos contradigan esta aparente libertad.

Pero después de lo absurdo, todo se trastorna. Esa idea de que "yo soy", y mi forma de actuar como si todo tuviera un sentido - todo esto resulta ser falso por el absurdo de mi muerte próxima . Pensar en el futuro, establecer objetivos para mí, tener preferencias - todo esto supone una creencia en la libertad, aunque a veces diga que no la siento. Pero en ese momento, soy muy consciente de que esa libertad superior, esa libertad de ser, que es lo único que puede servir de base a la verdad, no existe. La muerte es la única realidad. Después de la muerte, todas las ilusiones desaparecen. Ni siquiera soy libre para perpetuarme, sino que soy un esclavo, un esclavo sin la esperanza de rebelarme para siempre, sin la opción del desprecio... ¿Qué libertad puede existir en el sentido más pleno sin la seguridad de la eternidad?

Pero al mismo tiempo, el hombre absurdo se da cuenta de que hasta ahora estaba atado a la suposición de la libertad, y que vivía sobre la base de esta ilusión. En cierto sentido, esto le limitaba. En la medida en que imaginaba una finalidad para su vida, se adaptaba a las exigencias de esta finalidad. Se convirtió en un esclavo de su libertad [ilusoria]. Así, no podía actuar de otra manera que como el padre (o el ingeniero, o el líder de una nación, o el subempleado de correos) que pretendía ser...

Así, el hombre absurdo se da cuenta de que no era realmente libre. Para hablar claro, en la medida en que trngo esperanzas, en la medida en que me preocupo por mi verdad, por una forma de ser o de crear, en la medida en que ordeno mi vida y asumo que tiene un sentido, me creo barreras, y limito mi vida entre estas barreras... El absurdo me ilumina a este respecto: no hay futuro. A partir de ahora, ésta es la razón de mi propia libertad...

[...]

Perderme en esa certeza sin fondo [de la muerte y, por tanto, del absurdo], sentirme lo suficientemente alejado de mi propia vida como para poder aumentarla y tener una visión amplia de ella, esto implica el principio de la liberación. Esta nueva independencia tiene un límite temporal definido, como toda libertad de acción. No pone un cheque en la eternidad. Pero viene en lugar de las ilusiones de libertad, que se detuvieron con la muerte... Está claro que la muerte y el absurdo son el fundamento de la única libertad razonable: la libertad que un corazón humano puede experimentar y vivir. "

(Fuente: https://www.philopractice.org/web/inner-freedom#Camus)