CAFÉ FILOSÓFICO VIRTUAL N°3
¿CÓMO Y POR QUÉ SE PRUEBAN "CIENTÍFICAMENTE" LAS DIFERENCIAS DE GÉNERO?
SÁBADO 20 DE JUNIO A LAS 20:00
¿CÓMO Y POR QUÉ SE PRUEBAN "CIENTÍFICAMENTE" LAS DIFERENCIAS DE GÉNERO?
a cargo de la Dra. Carmen Zavala
Se ha puesto de moda identificar diferencias entre los sexos y atribuirle a la diferencia entre los sexos diferencias de género, que es como se llama hoy en día a los estereotipos de conducta que se le atribuyen a los sexos. Antes se llamaban prejuicios. Para dar la apariencia de solidez a esta atribución se ha echado mano a la estadística y al método inductivista de la ciencia, que parecieran probar que todos los estereotipos o prejuicios sobre las conductas de los hombres y las mujeres no son tales, sino que estadísticamente se “prueba” que son esenciales a su sexo. Analizaremos como el mal uso de las herramientas de la ciencia lleva a confundir causa con consecuencia o al error del pavo induccionista, que basado en la evidencia de que el hombre siempre le daba de comer a las 9 de la mañana y lo protegía de todo mal, pensó que esta “afecto” estaba demostrado hasta que el día antes de navidad vinieron a cortarle el cuello.
- ¿En qué consisten las diferencias biológicas entre el sexo femenino y el sexo masculino?
Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres son sus aparatos genitales, las hormonas que produce su cuerpo y por lo tanto su contextura física, la altura promedio mayor de los varones y la configuración de su cerebro a medida que van creciendo.
La controversia está en dos puntos:
1. ¿Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres llevan a actitudes y emociones congénitas diferentes entre hombre mujeres?
1. Si hubiera diferencias congénitas entre las actitudes y emocionales entre hombres y mujeres, ¿eso significa que deberíamos ahondarlas más forzando a cada quien según su sexo a asumir actitudes y emociones que supuestamente ya son inherentes a nosotros?
1. ¿LAS DIFERENCIAS BIOLÓGICAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES LLEVAN A ACTITUDES Y EMOCIONES CONGÉNITAS DIFERENTES ENTRE HOMBRE MUJERES?
Estudios en las funciones cerebrales entre niñas y niños pequeños muestran que no existen diferencias intelectuales entre ambos. Por lo tanto, el hecho de que esto cambie cuando entran en la adolescencia y a a la edad madura es más probable que se deba a factores socioculturales que a factores biológicos inherentes a su sexo. Esto se probó, entre otros, por un estudio del Departamento de Ciencias del Cerebro y Ciencias Cognitivas de la Universidad de Rochester como muestra un artículo publicado en setiembre del 2019[1] y que explica:
“Cualquier prueba de capacidad cognitiva que muestre diferencias de género se enfrenta a la dificultad de desligar los factores biológicos de los sociales. Por ejemplo, los niños de 4 a 7 años de edad muestran una ventaja sobre las niñas en las pruebas de habilidades espaciales, pero los padres también informan de un mayor juego espacial con sus hijos en comparación con sus hijas.[2], lo que sugiere una posible influencia sociocultural en las diferencias de género en la cognición espacial. De manera similar, en matemáticas y ciencias, los maestros tienden a mostrar distribuciones diferenciales del tiempo dedicado a alentar a los estudiantes, elogiarlos y explicarles los conceptos, y los niños reciben más tiempo que las niñas.[3] [4] [5]. Esto es importante porque las percepciones de los maestros sobre la capacidad matemática de los niños predicen los resultados posteriores de los logros en matemáticas.[6] Las expectativas de los padres sobre el éxito de sus hijos también se correlacionan con los propios conceptos de los niños sobre sus capacidades y su rendimiento en las tareas de matemáticas[7] [8].
Dadas las amplias similitudes entre niños y niñas pequeños, es poco probable que las diferencias de género observadas en el rendimiento en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) durante la adolescencia o la edad adulta tengan su origen en las diferencias del cerebro o la cognición en la primera infancia. Aunque las diferencias de género en las CTIM pueden surgir más tarde en el desarrollo o de las interacciones entre el entrenamiento de las CTIM y las conductas sexualmente dimórficas (por ejemplo, diferencias en los niveles hormonales después de la pubertad) los hallazgos de las amplias similitudes de género en los cerebros de niños y niñas pequeñas no respaldan las afirmaciones de diferencias biológicas de género en la infancia. En cambio, los datos muestran que las funciones neuronales que subyacen a la cognición matemática son similares entre los géneros y representan una población heterogénea en lugar de dos grupos categóricos.”
El problema con ciertos estudios aparentemente científicos es que parten de estudios estadísticos que nos muestran el estado de las cosas: Por ejemplo, que hay menos mujeres ingenieros que hombres, y que hay más mujeres enfermeras que hombres. Eso ya lo sabemos, no necesitamos que nos lo prueben con estadísticas. Luego esos estudios nos dicen que los cerebros de los hombres y las mujeres son diferentes, cosa que también es cierta, ¿pero en qué sentido son diferentes? Luego nos dicen que la diferencia en los cerebros es la que explica las preferencias de los hombres por la ingeniería, la disposición por ir a la guerra, su dominio del espacio, etc. y las preferencias de las mujeres por los trabajos del cuidado de otros que requieren de empatía, por el cuidado de los niños, etc. Estas teorías tienen dos problemas. Por una parte omiten adrede tomar en cuenta el factor sociocultural para explicar la eventual diferencia entre estas preferencias y por otra, salta del hecho de que haya una diferencia entre cerebros al hecho de que estas serían la causa de determinadas preferencias. Este salto falaz se realiza, porque el resultado de la investigación era el presupuesto de partida. No se quería demostrar cuánto es el porcentaje de la influencia socio cultural en nuestras actitudes y emociones, sino que se quería defender la posición de que las actitudes y emociones de hombres y mujeres son diferentes.
¿Pero por qué alguien querría hacer esto? Esto nos hace recordar a Aristóteles que en el Libro 2 de la política argumenta que los esclavos son tales porque tienen buena musculatura y no tienen buena capacidad de reflexión y no servirían para ser “amos” y al revés, los amos son inteligentes y no tienen la fuerza de un esclavo, y por lo tanto no servirían bien para ser esclavos.
Por ello, la esclavitud es una cosa buena termina diciendo. Aristóteles siendo una persona inteligente era muy consciente de que los esclavos eran más fuertes e intelectualmente inferiores a los “amos”, hombres libres de la época, justamente porque habían sido sometidos a la condición de esclavos. Y como explica Karl Popper en la Sociedad abierta y sus enemigos, la posición esclavista era minoritaria entre la gente educada en aquella época de la antigüedad griega.
Sin embargo, finalmente en el ámbito político se valieron de los argumentos como el de Aristóteles para mantener y consolidar la esclavitud.
Lo mismo sucede con el discurso que pretende hoy en día fundamentar biológicamente la diferencia entre actitudes y emociones de hombres y mujeres. Hay muchos grupos, sobre todo religiosos, que tienen un interés en hacer prevalecer a las mujeres en una situación de retraso, para justificar su poder en la sociedad y que directa o indirectamente financia y/o promocionan estas “investigaciones” que prueban con aparatosas “estadísticas” que las mujeres son más “empáticas”, eligen por ello carreras de cuidado de otros, y que los hombres son más de acción, les gusta construir puentes, edificios, pelear, etc. Y concluyen (y acá está el salto más falaz de todos) que porque es así, debe seguir siendo así. Porque esa es la voluntad de dios, o el equilibrio de la naturaleza, etc.
Claro que el que haya un interés político detrás de un estudio, no invalida sus resultados. Y por eso, estamos mostrando en qué consisten los defectos de estos aparentes estudios científicos.
¿Cómo se suele relacionar la diferencia de género o estereotipos femeninos o masculinos con el sexo femenino de las mujeres y el masculino de los varones?
Básicamente se “prueban” mostrando estadísticas que muestran que existen estas diferencias en el comportamiento de hombres y mujeres. Pero no se preocupan por señalar todas las causas posibles de esta situación. Lo cual es un error en el ámbito de la investigación científica.
La neurocientífica Daphna Joel de la escuela de neurociencias de la Universidad de Tel Aviv, en una serie de estudios llevados a cabo muestra que no existe tal cosa como un cerebro masculino y un cerebro femenino. Lo que existen son cerebros configurados de maneras distintas según cada persona y ciertas características del cerebro son más frecuentes entre varones y otras más frecuentes entre las mujeres.
“Un área particular del cerebro, como una gran amígdala, no predice nada sobre una parte diferente del cerebro, por ejemplo, un pequeño hipocampo. [9] Aunque hay diferencias en el cerebro entre hombres y mujeres, no están organizados[10]. Por lo tanto, si una característica "masculina" se encuentra en un área particular, no significa en realidad nada sobre la masculinidad o la feminidad de las otras características del cerebro, que están determinadas por las complejas interacciones entre el sexo, la genética y el medio ambiente [11].”
Es decir, que estas características diferentes del cerebro no nos revelan nada sobre el funcionamiento del cerebro de la persona. Es como si dividiéramos a las aves entre plomas y grises. Obviamente hay una diferencia biológica entre ellos que produce la diferencia de colores. Pero esa diferencia es irrelevante respecto a la diferencia entre los diferentes tipos de aves grises entre sí y de las aves marrones entre sí. Y un águila marrón tiene más en común con un águila gris, que con un gorrión marrón.
2. SI HUBIERAN DIFERENCIAS CONGÉNITAS ENTRE LAS ACTITUDES Y EMOCIONALES ENTRE HOMBRES Y MUJERES, ¿ESO SIGNIFICA QUE DEBERÍAMOS AHONDARLAS MÁS FORZANDO A CADA QUIEN SEGÚN SU SEXO A ASUMIR ACTITUDES Y EMOCIONES QUE SUPUESTAMENTE YA SON INHERENTES A NOSOTROS?
Pongámonos en el supuesto de que sí hubiera diferencias entre hombres y mujeres. Es lo que pensaba Platón. De allí se desprende que tengan que realizar diferentes actividades en la sociedad
“¿Creemos que las hembras de los perros guardianes deben vigilar igual que los machos y cazar junto con ellos y hacer todo lo demás en común o han de quedarse en casa, incapacitadas por los partos y crianzas de los cachorros, mientras los otros trabajaran y tienen todo el cuidado de los rebaños?
- Harán todo, en común -dijo-; sólo que tratamos a las unas como a más débiles y a los otros como a más fuertes.
-¿Y es posible -dije yo- emplear a un animal en las mismas tareas si no le das también la misma crianza y educación?
- No es posible.
- Por tanto, si empleamos a las mujeres en las mismas tareas que a los hombres, será necesario darles también las mismas enseñanzas. (...)
- Por consiguiente, también a las mujeres habrá que introducirlas en la música y la gimnástica, e igualmente en lo relativo a la guerra; y será preciso tratarlas de la misma manera.
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Pero como ya se mencionó antes. Las investigaciones y la mención de las investigaciones sobre las diferencias entre los cerebros apuntan más bien a razonar como el pavo de Bertrand Russell:
- Siempre las mujeres se han dedicado mayoritariamente a determinadas actividades y se han comportado de determinada manera y los hombres de otra.
- Las estadísticas tomadas de la Universidad XXXX y del Centro de investigación YYYY muestran que las mujeres se dedican hoy en día mayoritariamente y en casi todas partes del mundo a determinadas actividades y se comporta de determinada manera y los hombres de otra.
- Los estudios de las neurociencias muestran que los hombres y las mujeres tienen cerebros diferentes.
- Conclusión: Se comportan diferente porque sus cerebros son diferentes.
Si no ven la falacia la muestro acá:
podríamos haber cambiado por c) Los estudios de la biología muestran que los hombres tienden a tener el pelo más corto que las mujeres.
Conclusión: Se comportan diferente porque por naturaleza unos tienen el pelo más largo que los otros.
Este tema carecería de interés si no fuera porque se pretende diferenciar la educación entre ambos sexos o si no fuese porque se pretende boicotear las cuotas de igualdad de acceso por sexo a puestos en el gobierno, parlamento, universidades, etc. movidos por un fundamentalismo religioso ridículo en el siglo XXI. Y no se puede deja de ver el tema en este contexto.
Finalmente contesto a la pregunta inicial “¿CÓMO Y POR QUÉ SE PRUEBAN "CIENTÍFICAMENTE" LAS DIFERENCIAS DE GÉNERO?”
Las diferencias de género se pretenden mostrar científicamente mostrando que estadísticamente efectivamente se dan y pretendiendo mostrar que debe ser porque los cerebros de los hombres y las mujeres son diferentes.
Esto se hace porque se pretende concluir que, si los hombres y las mujeres se comportan generalmente de manera diferente, no sólo es así, sino que debe seguir así hasta el final de los tiempos. Es decir, se salta del supuesto ser al deber ser.
Con estas reflexiones abro la sesión de la noche.
[1] Kersey, A.J., Csumitta, K.D. & Cantlon, J.F. Gender similarities in the brain during mathematics development. npj Sci. Learn. 4, 19 (2019)
[2] Jirout, J. J. & Newcombe, N. S. Building blocks for developing spatial skills: evidence from a large, representative U.S. sample. Psychol. Sci. 26, 302–310 (2015).
[3] Jones, M. G. & Wheatley, J. Gender differences in teacher-student interactions in science classrooms. J. Res. Sci. Teach. 27, 861–874 (1990).
[4] Kelly, S. N. Teachers’ useful skills. J. Res. Music Educ. 46, 374–383 (1998).
[5] Becker, J. R. Differential treatment of females and males in mathematics classes. J. Res. Math. Educ. 12, 40–53 (1981).
[6] Jussim, L. & Eccles, J. S. Teacher expectations II: constructions and reflection of student achievement. J. Pers. Soc. Psychol. 63, 947–961 (1992).
[7]Bleeker, M. M. & Jacobs, J. E. Achievement in math and science: do mothers’ beliefs matter 12 years later? J. Educ. Psychol. 96, 97–109 (2004)
[8] Parsons, J. E., Adler, T. F. & Kaczala, C. M. Socialization of achievement attitudes and beliefs: parental influences. Child Dev. 53, 310–321 (1982).
[9] Joel, Daphna; Fine, Cordelia (December 3, 2018). "Can we finally stop talking about 'male' and 'female' brains?". New York Times. Retrieved March 14, 2019.
[10] TEDxJaffa, Dapha Joel: Are Brains Male or Female? Oct 8, 2012
[11] Richardson, Sarah. “A Q&A with Daphna Joel,” GenderSci Blog, October 29, 2018, https://projects.iq.harvard.edu/gendersci/joelqa.